¿Ayudaría una estrategia de redes sociales a mi despacho?
Pensar hoy día en una estrategia de redes sociales para despachos profesionales es algo normal, incluso coherente en términos estratégicos. No obstante, a principios de siglo, con la irrupción fulgurante de este poderoso soporte de comunicación en nuestro ecosistema relacional, a las empresas y actores del ámbito jurídico las redes sociales les interesaban poco o nada. A diferencia de otros sectores profesionales, que sí se fueron adaptando según sus intereses y las posibilidades que las redes les ofrecían, bufetes de abogados, gestorías, asesorías y demás despachos nunca lo vieron como una evolución necesaria para sus negocios.
Esta arcaica percepción ya apenas se sustenta. Las redes sociales para bufetes y despachos hoy son necesarias desde diversos puntos de vista, como podrían ser trabajar la reputación de marca, la atención al cliente o la captación de potenciales clientes.
Vamos a verlo más en profundidad.
Los pilares de una buena estrategia de redes sociales
En términos digitales se dice que una web corporativa es la carta de presentación de cualquier despacho o empresa. Siguiendo la acertada analogía, los perfiles sociales de toda marca legal serían como tarjetas de visita. Unas tarjetas que cualquier usuario interesado a buen seguro repasará como primera medida para decidir si contactar o no.
Estos perfiles han de estar, por tanto, adecuadamente optimizados de acuerdo a la naturaleza de la red social concreta, a su público y su lenguaje, y por supuesto reflejar el mensaje e imagen corporativa que el despacho ya muestra a sus clientes presencialmente.
A través de esta estrategia de redes sociales jurídicas lograremos:
Evolucionar como marca
No importa en el sector empresarial en el que se opere, no se puede dar la espalda a la evolución. No sólo a la tecnológica, sino a la empresarial y a la social. Desaprovechar unos recursos gratuitos que, queramos o no, se han convertido en herramientas habituales y multitudinarias de la sociedad (y por ende, de nuestros potenciales clientes) sería imprudente.
Estar presentes, visibles y comunicativos a través de estos canales será visto por los usuarios como una actitud positiva, empática y servicial. Es lo que la gente espera de una empresa en sus redes sociales. Lo contrario iría en contra de lo que la sociedad entiende por redes corporativas.
Ni que decir tiene que sin estar atendidos los perfiles y bien optimizados (imagen, información, uso de aplicaciones…), el efecto que conseguiríamos sería el contrario: mala reputación como marca.
Mayor alcance
Que la inmensa mayoría de las personas adultas están, de alguna forma u otra, presentes en los soportes sociales, prácticamente obliga a tener una buena estratega de redes. A través de unos atractivos contenidos y una periodicidad y atención al cliente permanentes, la marca jurídica que lo desee puede impactar a un exponencial número de usuarios.
Además, haciendo uso del contenido patrocinado o incluso campañas publicitarias, por un precio muy limitado se puede segmentar a qué público se quiere alcanzar y multiplicar por 100.000 y más el radio de usuarios.
Contenido de valor real para el usuario
Destacábamos en el punto anterior los atractivos contenidos. Ni que decir tiene que aunque parte de nuestro público objetivo esté en las redes, no vas a captar su atención fácilmente. La cada vez mayor presencia de negocios, empresas y colectivos ha hecho que la competencia sea feroz, y nuestros timelines estén completamente saturados entre amigos, familiares y marcas.
De hecho, en los últimos años se ha desarrollado una especie de fobia o animadversión hacia esa exhibición, mayoritariamente invasiva, que demuestran las compañías en los canales sociales.
Sólo entonces a través de un verdadero material de interés, que aporte el manido valor añadido que todo asiduo de las redes sociales desea, se podrá comenzar a construir una sólida relación de confianza entre usuario y marca comercial.
Diseccionar nuestros servicios, qué los hace importantes y necesarios para el público, y comenzar a informar, aconsejar y explicar sobre ellos.
El vídeo, el contenido estrella
Dentro de una estrategia de redes sociales para despachos o bufetes, el vídeo es el formato ideal. Pequeñas píldoras o cápsulas (micro vídeos de 30-40 segundos máximos) que den consejos, explicaciones, etc de los asuntos que realmente importan clientes y potenciales clientes.
Hay otros muchos contenidos que mejorarían su rendimiento si se presentan en formato vídeo. Pero no hay que olvidar la variedad de formas de presentar a nuestros seguidores un buen contenido. Infografías, posts en el blog, retransmisiones en directo… En la diversidad y en el contenido de valor está la clave para convencer a nuestro público de que somos diferentes al resto de marcas.
Atención al cliente
La venta directa en redes sociales hace tiempo que se volvió realmente difícil. Con la invasión de marcas en nuestro ecosistema de RRSS, la atención por parte del usuario decreció y ahora sólo si específicamente buscamos un producto o servicio en nuestras redes existen verdaderas posibilidades de cerrar una venta.
Sin embargo, donde sí que pueden ayudar y convertir una interacción de un usuario en venta, es a través de la atención al cliente. Hablamos de auténticos canales de contacto a tiempo real con nuestros clientes y potenciales clientes para resolverles dudas. Para conversar. Para estar con ellos.
Es este face to face el que puede ocasionar que un despacho o bufete encauce una consulta en verdadera relación comercial:
- Tono afable y cercano
- Humildad (reconocer el error si existe)
- Perfil divulgativo
- Respuesta inmediata
Naturalizar cuestiones legales
Por último queremos destacar lo importante que puede ser una estrategia de redes sociales para nuestra marca legal a la hora de naturalizar el contenido de los servicios que se provean. A nadie se le escapa lo farragoso e ininteligible que es en ocasiones el argot jurídico a ojos y oídos del ciudadano de a pie.
Una meta de cualquier bufete de abogados por ejemplo debería ser simplificar la materia para llegar más fácilmente al usuario. De su perfecto entendimiento saldrá su decisión de contratarnos o no.
Aconsejamos los casos o ejemplos reales por medio de posts, vídeos o infografías que creen un vínculo inmediato entre el interesado y nosotros. Se puede optar por un tono distendido, casi divertido, para divulgar nuestra área de especialización.
Una estudiada y bien ejecutada estrategia de redes sociales claro que ayudará a impulsar y posicionar vuestro despacho profesional. Existen incluso más razones que las mencionadas por las que apostar por esta vía corporativa de comunicación. Hablaremos de ellas en un siguiente post… O nos podéis llamar y os lo contamos en persona 😉